Hablemos sobre el ataque isquémico transitorio (AIT)
El ataque isquémico transitorio (AIT), por lo general, se denomina miniataque, pero en realidad es un ataque o derrame cerebral de advertencia. Los síntomas del AIT y del ataque o derrame cerebral son los mismos, aunque la mayoría de los síntomas del AIT duran solo unos pocos minutos (pero hasta 24 horas). Aunque los AIT no suelen causar daños cerebrales permanentes, son una alerta importante que no debe ignorarse.
- El AIT se produce antes de aproximadamente el 15% de los ataques o derrames cerebrales.
- Unos 240,000 estadounidenses sufren un AIT cada año.
- Los ataques isquémicos transitorios suelen estar seguidos de ataques o derrames cerebrales más graves.
- Alrededor de un tercio de las personas que sufren un AIT tiene un ataque o derrame cerebral más grave en el plazo de un año.
- Las personas que tienen ataques o derrames cerebrales graves suelen declarar haber tenido ataques de advertencia antes.
¿Qué es un ataque o derrame cerebral?
Un ataque o derrame cerebral es un “ataque en el cerebro” que se produce cuando la sangre que lleva oxígeno al cerebro deja de fluir y mueren células cerebrales. En promedio, en los Estados Unidos, alguien tiene un ataque o derrame cerebral cada 40 segundos.
¿Cuáles son las causas del AIT?
Cuando un vaso sanguíneo del cerebro se obstruye durante un breve período, el flujo sanguíneo a esa zona del cerebro se vuelve más lento o se detiene. Esta falta de sangre (y oxígeno) suele provocar síntomas temporales como dificultad para hablar o visión borrosa. Los AIT suelen estar causados por una de estas tres causas:
- Bajo flujo sanguíneo en una arteria principal que lleva sangre al cerebro.
- Un coágulo sanguíneo en otra parte del cuerpo (como el corazón) que se desprende, llega al cerebro y obstruye un vaso sanguíneo.
- El estrechamiento de un vaso sanguíneo más pequeño en el cerebro, generalmente causado por la acumulación de placa (una sustancia grasa).
¿Cuáles son los síntomas de un AIT?
Los síntomas de un AIT son los mismos que los de un ataque o derrame cerebral y suelen incluir la aparición repentina de alguno de los siguientes síntomas:
- Debilidad, adormecimiento o parálisis de la cara, del brazo o de la pierna, generalmente localizados de un solo lado del cuerpo.
- Dificultad para hablar o para entender a los demás.
- Pérdida de visión en uno o ambos ojos o visión doble.
- Pérdida del equilibrio o de la coordinación.
- Fuerte dolor de cabeza sin causa conocida.
Puedes sufrir una serie de AIT, y los signos y síntomas repetidos pueden ser similares o diferentes, según la zona del cerebro afectada.
Para ayudarte a recordar algunos de los signos de un AIT o un ataque o derrame cerebral, utiliza la sigla R.Á.P.I.D.O.:
- R: Rostro caído
- A: Alteración del equilibrio
- P: Pérdida de fuerza en el brazo
- I: Impedimento visual repentino
D: Dificultad para hablar
O: Obtén ayuda, llama al 911 (o a tu número de emergencias local)
¿Cómo se diagnostica un AIT y cuál es el tratamiento?
No puedes saber si estás sufriendo un ataque o derrame cerebral o un AIT, por lo que debes llamar al 911 de inmediato. El diagnóstico de AIT solo puede determinarse tras la evaluación que realiza un proveedor de servicios médicos, que puede incluir análisis de sangre, radiografías, ecografías, una resonancia magnética (RM), una tomografía axial computarizada (TAC) y otras pruebas para averiguar si existen problemas relacionados con el corazón, como pulso irregular.
Dado que los síntomas del AIT se resuelven por sí solos, es probable que tu proveedor de servicios médicos trabaje contigo para tratar las causas subyacentes a fin de prevenir nuevos AIT o un ataque o derrame cerebral. Las opciones de tratamiento dependerán de la causa, tu historia clínica y los resultados de las pruebas. El tratamiento suele incluir medicación y cambios en el estilo de vida, y puede incluir la cirugía. Un tratamiento eficaz puede ayudar a reducir tu riesgo de ataque o derrame cerebral u otro AIT.
Factores de riesgo del AIT:
Cualquier persona puede sufrir un AIT, pero el riesgo aumenta con la edad. Algunos de los factores de riesgo controlables del AIT son la hipertensión, el tabaquismo, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, los coágulos de sangre y el consumo de alcohol.
Si ya has tenido un ataque o derrame cerebral, presta mucha atención a los signos de AIT, porque podrían indicar un segundo ataque o derrame cerebral. Si ya has tenido al menos un AIT, tienes casi 10 veces más probabilidades de tener un ataque o derrame cerebral que alguien de la misma edad y sexo que no lo haya tenido.
¿Cómo puedo obtener más información?
- Llama al 1-888-4-STROKE (1-888-478-7653) o visita derramecerebral.org para obtener más información sobre los ataques o derrames cerebrales, o para encontrar grupos de apoyo en tu zona.
- Suscríbete a Stroke Connection, una revista digital gratuita para sobrevivientes de ataques o derrames cerebrales y cuidadores, en StrokeConnection.org.
- Conéctate con otras personas que también hayan sufrido un ataque o derrame cerebral; para ello, únete a nuestra Red de Apoyo en derramecerebral.org/reddeapoyo.
¿Tienes preguntas para el médico o la enfermera?
Dedica unos minutos a escribir las preguntas que le harás a tu proveedor de servicios médicos en la próxima cita. Por ejemplo:
¿Qué centro cercano está mejor equipado para tratarme los síntomas de AIT?
¿Qué problemas de salud tengo que me exponen a un mayor riesgo de AIT?
¿Cómo puedo reducir mi riesgo de sufrir un AIT?
Contamos con varias otras hojas informativas que te ayudarán a tomar decisiones más saludables, controlar tu afección o cuidar a un ser querido.
Visita derramecerebral.org/hablemossobreataquecerebral para obtener más información
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