De corazón a corazón: Hablar con su médico
¿Le resulta embarazoso hacerle a su médico ciertas preguntas? ¿Está nervioso porque puede parecer confundido? ¿Le molesta el hecho de que su médico parezca apurado o utilice demasiados tecnicismos?
Independientemente del problema, es importante que encuentre una solución, ya que la falta de comunicación médica puede perjudicar su salud, afirmó Barry Jacobs, Psy.D., psicólogo clínico y director de ciencias del comportamiento en el programa de residencia de medicina familiar Crozer-Keystone en Springfield, Pensilvania.
Si comunicarse con su médico es difícil, tenemos algunos consejos que pueden ayudarlo a obtener las respuestas que necesita. Sugerencia: El tratamiento silencioso no es ni nunca será una cura eficaz.
Preparados, listos… ¡a preguntar!
La mejor forma que tiene de asegurarse de que sigue el consejo de su médico y toma la medicación correctamente es comunicarse de forma simple y directa. Haga muchas preguntas. Si no entiende una respuesta, siga preguntando hasta que la comprenda. Los términos médicos pueden ser difíciles de comprender y, a veces, se necesitan más explicaciones.
“Los médicos tienen que establecer un tono en el que las preguntas y los debates sean bienvenidos; después, los pacientes tienen que tener el valor de hablar”, comentó Jacobs, que también es voluntario de la American Heart Association.
Conviene hacer las preguntas adecuadas. Un poco de investigación antes de su visita lo ayudará a mantener una conversación más informada con su médico. Utilice Internet, pero cíñase a las fuentes fiables que respeta su médico.
Fuentes fiables
Para obtener información sobre la salud cardíaca y los accidentes cerebrovasculares, visite el sitio web de la American Heart Association, heart.org. Si tiene alguna pregunta sobre otros temas médicos, consulte a escuelas de medicina acreditadas, hospitales universitarios y centros gubernamentales, como los National Institutes of Health (Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.)(el vínculo se abre en una ventana nueva)(link opens in new window)(link opens in new window), los Centers for Disease Control and Prevention (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades)(el vínculo se abre en una ventana nueva)(link opens in new window) y el Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.)(el vínculo se abre en una ventana nueva), que también son fuentes fiables.
No lleve muchos papeles a su cita. Organice previamente sus preguntas en una lista concisa. A su vez, su médico debe tomarse el tiempo para responder a todas sus preguntas de forma exhaustiva.
Y si tiene alguna pregunta urgente después de su visita, no dude en ponerse en contacto con su médico.
“Cada vez más médicos animan a los pacientes a que les envíen preguntas y otras preocupaciones por correo electrónico entre las visitas médicas”, comentó Jacobs. “Sea cual sea el modo de comunicación, los pacientes deben estar dispuestos a expresar sus dudas y confusión para trabajar de forma eficaz”.
Aprender a hacer preguntas
Esto puede suponer un cambio importante para los pacientes que no están acostumbrados a plantear problemas.
“Los pacientes de edad avanzada tienden a ser más sensibles y, por consiguiente, hacen menos preguntas, mientras que los pacientes más jóvenes acuden a su cita como consumidores informados”, señaló Jacobs. “Es más probable que expresen cualquier duda que tengan”.
“Algunos grupos étnicos pueden tener menos confianza en la autoridad médica y ser más escépticos con respecto a los planes del tratamiento médico”, comentó Jacobs. “Pero, por lo general, se guardan sus reservas para sí mismos”.
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