Mascotas de Healthy Bond for Life
Conozca a nuestras mascotas de Healthy Bond for Life
Sacramento, California
Ángela siempre creció con animales y, aunque quería una mascota, como todo profesional que trabaja mucho, no creía que tuviera tiempo.
Todo eso cambió durante la pandemia cuando estuvo aislada de sus amigos y deseaba una compañía.
Le presentaron a Ollie, una mezcla de Patterdale terrier de un año, en el refugio para animales Sacramento SPCA.
“Él era muy tímido. Lo describían como un perro con mucha ansiedad, que era problemático”, afirmó Angela, gerente de Recursos Humanos en una empresa de biotecnología. “Eso me llegó al corazón. ¿Quién no ha tenido mucha ansiedad durante el año pasado? Este cachorro me miró, y solo quería ser esa persona en su vida para cambiar las cosas”.
Lo adoptó en el acto, e inmediatamente se vio obligada a desarrollar nuevos hábitos más saludables.
“Me ayudó a establecer una rutina; durante la pandemia, ha sido difícil tener una rutina. Me recuerda tomar un descanso para almorzar y, luego, dar un paseo. Le encantan las verduras. Estoy incluyendo más en mi dieta”.
Angela, que es corredora de maratón, había dejado de lado las prácticas en el gimnasio. Ahora Ollie corre con ella al aire libre, y Angela está entrenando para otra maratón.
“Ollie ha cambiado definitivamente mi perspectiva”, dijo. “Realmente hizo que me concentrara en las cosas pequeñas”.
Inman, Carolina del Sur (Greenville)
Kit y su esposo no tuvieron mascotas durante 13 años después de la muerte de su querido perro familiar de 11 años.
Hasta que Thoreau entró en sus vidas.
El cachorro beagle, que llevaron a casa justo cuando empezó la pandemia, tuvo un impacto mucho mayor en los Clarks de lo que hubieran imaginado.
Kit, que es masoterapeuta, se vio obligada a cerrar su negocio durante dos meses por el COVID.
“Fue devastador. Estaba acostumbrada a estar rodeada de clientes todo el día. Tenía esa conexión con las personas durante todo el día, y pasar de eso a tener nada fue realmente difícil. Él ha sido fundamental para mi salud emocional y mental. Mi nivel de estrés era muy alto. Honestamente no creo que hubiera superado ese momento sin él”.
Los Clarks son ávidos senderistas, y Thoreau se adaptó perfectamente a su rutina.
“Lo incorporamos a nuestras actividades de senderismo. Nos encanta hacer senderismo. Estamos caminando más en los parques, en las montañas”, afirmó. “Los perros deben tener un peso saludable, igual que los humanos. Necesita hacer ejercicio como usted”.
Ahora que Kit volvió al trabajo, Thoreau la ha ayudado a recordar tomar descansos durante el día.
“Nos enseñó a tomar todo con un poco más de calma. Dejo mi trabajo durante el almuerzo y vengo a casa y camino con él. Me da tiempo para centrarme en mí misma y mantenerme activa”.
Kit, a quien se le diagnosticó una falla cardíaca congénita cuando tenía 30, ha apoyado a la American Heart Association en su comunidad. Aunque no necesitó una intervención quirúrgica para corregir el orificio en su corazón, fue un momento revelador para que decidiera vivir una vida plena.
De hecho, su cita favorita es del poeta Henry David Throeau, que es homónimo de Thoreau, y la inspira a hacer exactamente eso: “¡Ve con confianza en la dirección de tus sueños! Vive la vida que has imaginado”.
Salt Lake City, Utah
Stephanie se imaginaba montando caballos, pero cuando creció, no pensó que fuera posible.
Hasta hace siete años, cuando ella y su hermana Jennie comenzaron a tomar clases como adultos. Estaba en el establo de práctica donde conocieron a Whistler, una cruza de caballo hannoveriano pura sangre.
Whistler, que actualmente tiene 21 años, había sido campeón de salto ecuestre, pero una lesión lo obligó a retirarse de las competencias. Sus dueños lo mantuvieron en el establo como caballo de práctica para personas como Stephanie y su hermana, que estaban aprendiendo a montar.
Los dueños de Whistler estaban buscando un nuevo hogar para él. Lamentablemente, no estaba en buen estado para la organización de equinoterapia a la que querían enviarlo. En cambio, los dueños se lo dieron a Stephanie y a su hermana, que estaban más que emocionadas de hacer realidad su sueño de la infancia.
Justo el año pasado, Whistler sufrió una lesión en su pata, y Stephanie ha estado allí para ayudarlo en su recuperación.
“Siento que le debo a Whistler ocuparme de mí misma y mantenerlo en la mejor forma posible”, sostiene. “Cuidar de él me motiva a hacer más cosas por mí. No puedes explicarle a un animal: ‘Simplemente no tengo ganas de hacerlo’. Estoy comprometida a ayudarlo a ser feliz y a estar saludable”.
Eso también significa asegurarse de que esté en buena forma. Stephanie realiza entrenamiento de fuerza y ejercicios de flexibilidad para fortalecer sus caderas, además de ejercicios cardiovasculares para evitar quedarse sin aliento cuando cabalga.
Los beneficios de cabalgar también se extienden a la salud mental.
“Soy una persona ansiosa. Practico yoga, conciencia plena y estar en el momento. No te puedes concentrar en nada más que en el caballo cuando estás cabalgando, tienes que estar realmente presente”.
Durante la pandemia, cuidar de Whistler la ayudó con su estado emocional en medio de un torbellino de incertidumbre.
“Con el COVID, hubo un cambio muy importante en la búsqueda de lo que realmente lo hace feliz a uno. No sabíamos si podíamos ir al establo. Cuando estás adentro todo el día, pierdes el foco de lo que te rodea. Verlo, cepillarlo y estar más al aire libre me ayudó a mantenerme positiva”.
NOTA: Stephanie trabaja en el centro de neurociencias en el University of Utah Hospital. (el hospital está asociado con la AHA a nivel local). Fue capitana de su propio equipo de Cycle Nation y trabajó como asistente de enfermería en la Unidad Cardiovascular durante algunos años. Las enfermedades cardíacas son hereditarias; su papá, su abuelo y su familia, por el lado de su mamá, han tenido enfermedades cardíacas.
Gastonia, Carolina del Norte (cerca de Charlotte)
Billie Jo creció montando caballos en el norte del estado de Nueva York. Pero cuando se fue a la universidad, dejó a los caballos atrás.
Se prometió a sí misma que algún día volvería a tener un caballo.
Un estilo de vida poco saludable frenó sus sueños: un aumento de peso significativo le impidió montar. Esa fue la motivación para que comenzara mejorar su salud y a bajar de peso.
Hace dos años, unos amigos vendían sus caballos, incluida Grace. Le hicieron a Billie Jo una propuesta que no podía rechazar.
“Fue un impulso increíble para mantenerme saludable”, dijo Billie Jo. “La monto más que a cualquier caballo. Juntas hacemos “paseos dominicales”. Me animó. Tenerla me alienta a mantenerme saludable”.
Billie Jo y Grace han desarrollado un vínculo especial.
“La ventana de nuestra cocina tiene vista a la pastura”, cuenta. “Cuando sabe que estoy en la cocina, viene y se queda de pie frente a la ventana.
Grace ha ayudado a mejorar la salud física y emocional de Billie Jo.
“Ella es mi ejercicio. Disminuye mi presión arterial. Elimina mi estrés. Grace simplemente tiene un espíritu y un corazón agradables. Ella simplemente rebosa de amor”.
Durante la pandemia, Billie Jo, una profesora de educación especial, especialmente se apoyó en Grace para ayudarla a enfrentar el estrés.
“Ser profesora en una pandemia fue difícil. Los profesores están acostumbrados a estar en un salón de clases con niños. Se nos llamó a todos para hacer cosas a las que no estábamos acostumbrados. Fue estresante. Poder tenerla, acariciarla y estar con ella fue muy bueno para mi nivel de estrés”.
Billie Jo quería compartir a Grace con sus estudiantes, así que comenzó las clases virtuales de “matemáticas en el establo”. Un día a la semana trasmitía desde el establo y dio clases con Grace sobre cosas de la vida real, como la medición de los ángulos de su hombro y el cálculo del alimento.
Uno de los estudiantes de Billie Jo con autismo se enamoró de Grace y comenzó a montarla.
“Ella ha sido una gran motivación para él”.
NOTA: Es posible que la familia del estudiante con autismo esté dispuesta a participar. Billie Jo también va a buscar grabaciones en video en las que está enseñándole a sus alumnos “matemáticas en el establo” a través de Zoom. Grace y Billie Jo dieron un paseo por la playa de 20 millas (32 km) el año pasado en Myrtle Beach. El padre de Billie Jo falleció de una enfermedad cardíaca.