Comer de forma saludable con un presupuesto ajustado
La elección de alimentos saludables puede ser difícil. Dado que las personas con diabetes tipo 2 presentan un mayor riesgo de padecer cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, también existe la presión añadida de balancear las necesidades alimenticias de dos afecciones distintas.
Estas opciones saludables pueden volverse cada vez más difíciles de conseguir cuando el dinero es poco. Estos son algunos consejos que lo ayudarán a mantenerse en su plan de alimentación sin gastar mucho dinero:
- Limite la carne roja y opte por otras fuentes de proteínas más sanas y económicas. Coma al menos 8 onzas (230 g) de pescado no frito (especialmente pescado graso) cada semana. Elija pescado rico en ácidos grasos omega 3 que son buenos para el corazón, como el salmón, la trucha y el arenque. Los frutos secos y los frijoles sin sal también tienen una gran cantidad de proteínas, pero coma las porciones adecuadas, ya que los frutos secos tienden a ser altos en calorías.
- Disfrute de las verduras y frutas congeladas. Son igual de sustanciosas y, por lo general, igual de saludables como los productos frescos. Asegúrese de revisar la etiqueta de los datos nutricionales para confirmar que no contienen azúcares ni sales añadidos.
- Evite comer afuera, ya que muchos restaurantes sirven porciones muy grandes que vienen con precios elevados. Y las opciones de los restaurantes de comida rápida suelen estar cargadas de grasas saturadas, sodio y azúcar.
- Coma antes de ir de compras. Ir al supermercado con el estómago vacío aumentará las probabilidades de que compre por impulso.
- Cultive su propio huerto. No solo ahorrará en verduras como pepinos y tomates, sino que también hará más actividad física.
- Busque cupones en su periódico local o descargue la aplicación de su tienda de comestibles y busque cupones en línea antes de ir de compras.
- Compre productos de temporada. Las frutas y verduras son menos costosas durante sus períodos pico de crecimiento, ¡y también son más sabrosas!
- Busque las marcas blancas. Los ingredientes suelen ser similares a los de las versiones de marca, pero resultan mucho más económicas. Compare la lista de ingredientes y la información nutricional para comprobarlo por sí mismo.
- Prepare sus propios refrigerios preenvasados comprando un envase grande de pasas, frutos secos sin sal o palomitas de maíz (sin grasas saturadas) y dividiendo el contenido en porciones individuales. Si revisa la información nutricional que aparece en la etiqueta de los alimentos, puede calcular cuánto puede comer cada vez según la cantidad de grasas saturadas, sodio y azúcar agregada. Esté atento a los "aceites hidrogenados" en la lista de ingredientes para evitar las grasas trans (incluso si el envase indica "0 g de grasas trans").
- Planifique sus comidas cada semana. Si planifica con antelación, puede comprobar la información nutricional de una comida antes de decidir prepararla y así crear una lista de compras detallada antes de ir al supermercado. La planificación también ayuda a evitar las compras impulsivas.