Cómo evitar que los niños y adolescentes fumen y vapeen
Se trata de una pregunta candente tanto para padres como para las autoridades de salud pública: ¿cómo evitar que una nueva generación empiece a fumar?
Ya conocemos algunas estrategias que han funcionado. Las campañas de salud pública dirigidas a jóvenes y el refuerzo constante de los padres contribuyen a evitar que el inicio de este hábito peligroso.
Pero en primer lugar, una pregunta básica: ¿Por qué? ¿Por qué es tan importante que sigamos disuadiendo a los jóvenes estadounidenses de fumar?
Cuatro datos que debe conocer
- Los niños siguen fumando. Todos los días en Estados Unidos, más de 3200 adolescentes fuman su primer cigarrillo y otros 2100 jóvenes y adultos jóvenes se convierten en fumadores diarios de cigarrillos.
- Fumar es peligroso. Según el máximo responsable de sanidad de EE. UU., la esperanza de vida de 5,6 millones de estadounidenses menores de 18 años se reducirá a causa de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
- La mayoría de los fumadores comienzan a fumar cuando son jóvenes. Sin embargo, si no ha habido consumo antes de los 26 años, casi con toda seguridad el hábito no se inicie nunca.
- No se trata solo de cigarrillos. Hoy en día, los niños están expuestos a puros, puritos, cigarrillos electrónicos (vapear y juulear), narguile (pipa de agua) y tabaco sin humo (rape, tabaco de mascar y tabaco soluble). Algunas de estas formas de tabaco tienen “sabores”, lo que aumenta su atractivo para los jóvenes.
Qué funciona
Las tabaqueras se dirigen a los jóvenes a través de publicidad, descuentos y nuevos productos atractivos, como cigarrillos electrónicos, diseñados como complementos elegantes. Muchos adolescentes y adultos jóvenes expuestos a estas influencias son muy vulnerables y se enfrentan a presiones sociales para “encajar” en su entorno social.
A continuación, se describen varias medidas que han funcionado para contrarrestar estas tendencias:
- Aumentar el precio de los cigarrillos. La mayoría de los adolescentes son sensibles a los precios. Unos precios más elevados pueden disuadir a los fumadores.
- Restringir el acceso. La American Heart Association promueve la adopción de leyes para prohibir la venta de tabaco a menores de 21 años en todo el país.
- Limitar la publicidad sobre tabaco. Las iniciativas legales que prohíben las estrategias de marketing orientadas a los jóvenes han ayudado a frenar el atractivo del tabaquismo para este grupo.
- Realizar campañas en los medios de comunicación. Las campañas educativas (como Truth Initiative) han ayudado a los adolescentes a comprender cómo les explotan las tabacaleras. Estas campañas son aún más eficaces si se respaldan mediante programas escolares y familiares.
- Programas para dejar el tabaco. Los programas asequibles y accesibles para abandonar el tabaquismo pueden ayudar a los jóvenes fumadores a dejar de fumar, y también a los padres y cuidadores que desean inspirar un comportamiento más saludable.
Qué pueden hacer los padres
Como padre, puede ejercer una enorme influencia, aunque el adolescente parezca no estar de acuerdo con todo lo que dice. Estas son algunas de las formas más eficaces de alejar a sus hijos del tabaco:
- Mantenga el diálogo. Comience pronto: empiece a hablar con sus hijos sobre el tabaquismo y el vapeo desde muy pequeños. Sea honesto e intente ver las cosas desde el punto de vista de su hijo. Y no lo deje. Mantenga las conversaciones a medida que los niños se vayan haciendo mayores.
- No se limite exclusivamente a los cigarrillos. Explique que el tabaco sin humo, el narguile y los cigarrillos electrónicos son peligrosos y pueden provocar adicción a la nicotina.
- Prepare a sus hijos para resistir la presión social. Comente lo que pueden decir si un amigo les ofrece un cigarrillo o un cigarrillo electrónico.
- Predique con el ejemplo. Si fuma o vapea, lo mejor que puede hacer es dejarlo. Como mínimo, no fume delante de los niños.
- Convierta su hogar en una zona sin humo. Impida que los familiares o amigos fumen en casa o en el auto. Asegúrese de que no se fume en los lugares en los que su hijo pase mucho tiempo.
Si su hijo ha empezado a fumar o vapear, intente averiguar por qué. Esto puede ayudarlo a hablar con él o ella de forma más eficaz. En lugar de castigos, ofrezca comprensión y ayuda para resistir la peligrosa atracción del consumo de tabaco y la adicción.
Fuentes:
Youth And Tobacco Use, sitio web de los CDC, actualizado en junio de 2018 https://www.cdc.gov/tobacco/data_statistics/fact_sheets/youth_data/tobacco_use/index.htm
E-Cigarette Use Among Youth and Young Adults, un informe del máximo responsable de la sanidad, 2016 https://www.surgeongeneral.gov/library/2016ecigarettes/index.html