Causas del paro cardíaco
El paro cardíaco puede producirse debido a casi cualquier afección cardíaca conocida.
La mayoría de los paros cardíacos ocurren cuando el sistema eléctrico de un corazón enfermo no funciona correctamente. Esta disfunción provoca un ritmo cardíaco anómalo, como taquicardia ventricular o fibrilación ventricular. Algunos paros cardíacos también se producen debido a una desaceleración extrema del ritmo cardíaco (bradicardia).
Los latidos tan irregulares representan una amenaza para la vida.
Otras causas de paro cardíaco son las siguientes:
- Cicatrices en el tejido cardíaco: puede deberse a un ataque cardíaco anterior o a otra causa. Un corazón cicatrizado o agrandado por cualquier causa es propenso a desarrollar arritmias ventriculares potencialmente mortales. Los seis primeros meses después de un ataque cardíaco suponen un período de riesgo alto de sufrir un paro cardíaco súbito en pacientes con enfermedad cardíaca ateroesclerótica.
- Un músculo cardíaco engrosado (miocardiopatía): el daño en el músculo cardíaco puede deberse a una presión arterial alta, a una enfermedad de las válvulas cardíacas o a otras causas. Un músculo cardíaco enfermo puede aumentar su propensión a sufrir un paro cardíaco repentino, especialmente si también padece insuficiencia cardíaca. Obtenga más información sobre la miocardiopatía.
- Medicamentos para el corazón: en determinadas condiciones, algunos medicamentos para el corazón pueden propiciar la aparición de arritmias que provoquen un paro cardíaco súbito. (De hecho, los fármacos antiarrítmicos que tratan las arritmias a veces pueden causar arritmias ventriculares incluso en dosis normales. A este efecto se le denomina “proarrítmico”). Los cambios significativos en los niveles de potasio y magnesio en la sangre (por ejemplo, por el uso de diuréticos) también pueden causar arritmias potencialmente mortales y paro cardíaco.
- Anomalías eléctricas: estas, incluidos el síndrome de Wolff-Parkinson-White y el síndrome de QT largo, pueden causar un paro cardíaco súbito en niños y jóvenes.
- Anomalías de los vasos sanguíneos: estos casos excepcionales se presentan es especial en las arterias coronarias y la aorta. La adrenalina liberada durante la actividad física intensa puede actuar como desencadenante de un paro cardíaco súbito cuando estas anomalías están presentes.
- Uso de drogas recreativas: esto puede ocurrir en personas que, en otros aspectos, gozan de buena salud.