¿Cómo las mamás embarazadas mantienen el corazón sano?
Las muertes relacionadas con el embarazo en los EE. UU. están aumentando a una velocidad alarmante, y las enfermedades cardiovasculares son la principal causa.
Entre el 1987 y el 2015, las muertes relacionadas con el embarazo aumentaron de 7.2 por cada 100,000 nacimientos con vida a 17.2 por cada 100,000 nacimientos con vida (hasta un 140%), señaló la Dra. Laxmi Mehta, profesora de medicina y directora de cardiología preventiva y salud cardiovascular de las mujeres en The Ohio State University Wexner Medical Center en Columbus, Ohio, y experta voluntaria nacional de Go Red For Women.
“Cualquier cosa superior a cero es inaceptable”, dijo.
Mehta fue presidenta del grupo de redacción de Cardiovascular Considerations in Caring for Pregnant Patients (Consideraciones cardiovasculares en el cuidado de pacientes embarazadas), un artículo científico de la American Heart Association publicado este año en Circulation, la revista insignia de la AHA.
“Reconocimos que el campo de la cardioobstetricia necesitaba más investigación, más conocimiento público”, afirmó. “Es por eso que empezamos nuestra revisión de datos allí”.
Los motivos para la alta incidencia de enfermedades cardiovasculares en las mujeres embarazadas no están determinados de manera definitiva.
Los diversos factores que más probablemente contribuyen a estas situaciones son los siguientes:
-
Edad materna avanzada.
A partir de los 35 años, es más probable que las mujeres embarazadas tengan o desarrollen factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, como hipertensión crónica, preeclampsia y diabetes gestacional. -
Avance médico.
Las mujeres con cardiopatías congénitas viven más tiempo y superan la edad reproductiva. -
Complicaciones previas al embarazo.
Las mujeres con problemas de salud previos durante el embarazo pueden estar en mayor riesgo de volver a padecer dichos problemas. Si tuvo preeclampsia durante el embarazo, tiene un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular más adelante, sostuvo Mehta. -
Estilo de vida.
Los estadounidenses comen muy pocas frutas y verduras frescas, no consumen suficientes alimentos integrales e ingieren mucha grasa saturada. Una dieta poco saludable puede contribuir a la obesidad, a la presión arterial alta y a la diabetes de tipo 2, que son factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. -
Disparidades en la salud materna.
Las mujeres de raza negra, nativas americanas o nativas de Alaska tienen entre dos a tres veces más probabilidades de morir por complicaciones relacionadas con el embarazo en comparación con otras mujeres. Entre las mujeres de raza negra, la miocardiopatía y otras afecciones cardiovasculares, como la preeclampsia y la presión arterial alta, se encuentran entre las causas subyacentes de la mortalidad materna. Se estima que el 40% de todos los condados en los EE. UU., principalmente los rurales, carecen de profesionales especializados en partos (obstetras, matronas o médicos de familia).
Si bien las estadísticas sobre las muertes relacionadas con el embarazo son aterradoras, casi igual de alarmante es lo que Mehta denominó “la brecha de conocimiento”, en virtud de lo cual las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad materna, sobre todo en las minorías raciales y étnicas, quienes tienden a estar especialmente en riesgo.
Los expertos están abordando el problema, sostuvo Mehta.
“El estudio de la salud cardíaca y del embarazo no es completamente nuevo”, afirma. “Estamos aprendiendo más sobre esta cuestión. Nuestros conocimientos se están expandiendo significativamente, y el nivel de interés dentro de la comunidad médica y de pacientes seguirá aumentando”.
Go Red For Women, la emblemática iniciativa de las mujeres de la American Heart Association, prioriza la necesidad de continuar con las investigaciones y buscando soluciones integrales para identificar las conexiones entre la salud cardiovascular y la salud materna.
Mehta recomienda a las mujeres que tienen problemas cardíacos y que están pensando en quedar embarazadas hacer lo siguiente:
- Hable con su médico sobre la salud de su corazón. Esto se aplica a cualquier mujer, especialmente aquellas mayores de 35 años que tengan algún tipo de enfermedad cardíaca o que hayan tenido complicaciones previas al embarazo, sostuvo Mehta. Además, “si está tomando algún tipo de medicamento, siempre es bueno preguntar si es seguro seguir tomándolo cuando esté embarazada. Algunos medicamentos están bien y otros no lo están”.
- Sea sincera. “Si tiene antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, dígalo”. Si tuvo un embarazo con complicaciones, ¿cómo sería otro embarazo?
- Hable de su salud general. Pregunte a su equipo de atención médica qué ejercicio puede o no hacer, y qué debería o no comer. “Si es diabética, asegúrese de tener la enfermedad bajo control”, dijo Mehta. “Pregunte cuáles son los riesgos subyacentes”.
- Sopese los riesgos del embarazo. “Para algunas mujeres, el riesgo cardíaco es muy alto y prohibitivo”, afirmó Mehta. “Pueden quedar embarazadas, pero ¿lo recomendamos? Ese es un problema diferente. Debemos dejar claro que no le decimos que no pueden quedar embarazadas, sino que si tienen ciertas afecciones cardíacas, no deberían quedar embarazadas”.
Por otro lado, “No nos gustaría que las personas decidan por una suposición propia errónea de que no deberían quedar embarazadas, cuando sí pueden hacerlo”, sostuvo. “Eso no sería justo”.
Pautas para ayudar a tener un embarazo saludable:
- Piense en el trabajo en equipo. Algunos centros médicos cuentan con especialistas en cardioobstetricia. Pero la mayoría no. Por lo tanto, si tiene problemas cardíacos, el obstetra, el cardiólogo, el anestesista, las enfermeras y usted deben trabajar juntos para lograr resultados óptimos en el embarazo y el parto.
- Preste especial atención a cómo se siente. “Si nota que su corazón está acelerado, si le falta el aire o si tiene dolor torácico, si se siente mareada o tiene hinchazón en las piernas, o si tiene fatiga intensa más allá de lo que esperaría en el embarazo, consulte con el médico”, señaló Mehta.
- No entre en pánico si se recomienda un parto por cesárea. Aunque un parto vaginal tiene menos complicaciones, a veces esa no es la mejor opción, sostuvo Mehta. “Si el bebé está en posición podálica o no se mueve con el trabajo de parto o muestra signos de compromiso, el obstetra puede optar por realizar un parto por cesárea”.
Sobre todo, Mehta alienta a las mujeres a obtener toda la información posible sobre cómo mantener sus corazones lo más sanos posible.
“Estamos comprometidos a ayudar a todas las mujeres, especialmente a las pacientes de alto riesgo y aquellas que viven con enfermedades cardíacas, a dar a luz de forma segura”, afirma.