Mujer real del 2023: Jia Wu
Jia Wu era una oficial de inteligencia de 28 años del ejército estadounidense, desplegada en Afganistán cuando sufrió sus primeros ataques isquémicos transitorios.
Durante mucho tiempo, pensó que el entumecimiento, el hormigueo y el dolor punzante en su brazo izquierdo eran causados por un daño en los nervios de un músculo del hombro desgarrado.
Su fisioterapeuta estuvo de acuerdo.
Ambas estaban equivocadas.
“No creía que en realidad pudiera ser nada remotamente cercano a un ataque o derrame cerebral”, dijo Wu.
Los síntomas de Wu persistieron durante unos ocho meses antes de que regresara a su hogar en Tacoma, Washington, y visitara a su médico de atención primaria. En un libro de registro, escribió las fechas en las que tuvo síntomas, como cuando su muñeca izquierda se volvió flácida o cuando tuvo dolores punzantes desde el brazo hasta la cara.
Finalmente, su médico se dio cuenta de que la fisioterapia no había resuelto los problemas de Wu y la derivó a otros especialistas.
Entonces, un día, mientras conducía a casa desde el trabajo, la cabeza de Wu de pronto se movió bruscamente hacia atrás.
“Ahí fue cuando me di cuenta. Ok, me pasa algo muy malo porque no hay razón por la que debería haberme desmayado y casi lastimar a alguien en el camino, o a mí misma”, dijo Wu, quien recobró la conciencia rápidamente.
Una resonancia magnética de su cerebro mostró que había sobrevivido a varios ataques o derrames cerebrales pequeños y que también tenía la enfermedad de Moyamoya, un trastorno cerebrovascular progresivo poco común causado por el bloqueo o estrechamiento de la arteria carótida en el cráneo. El nombre “moyamoya” significa “nubes de humo” en japonés y describe el aspecto de los diminutos vasos enredados formados para compensar el bloqueo.
“Como profesional de inteligencia, tener deficiencias cognitivas perjudica el futuro de mi carrera”.
Wu necesitó dos cirugías de revascularización cerebral para extirpar cráneo de ambos lados de la cabeza y redirigir las arterias del cuero cabelludo hacia el cerebro para redirigir el flujo sanguíneo. La capitana del Ejército trató de manejar su nueva realidad mediante la compartimentación de la información y siendo la mejor luchadora posible.
“Creo que en el ejército definitivamente me entrenaron bien en términos del manejo de mis emociones porque me enseñaron cómo manejar conflictos y cómo operar en condiciones estresantes”, declaró.
Dos amigos la cuidaron después de sus cirugías en el 2021, cada una de las cuales significó una recuperación de meses.
“Me tomó alrededor de dos o tres meses volver a aprender a caminar, volver a aprender a hablar y simplemente funcionar de nuevo”, dijo Wu. “Afortunadamente, tenía a mis mejores amigos en ese momento para guiarme”.
Wu creía que contar su historia una y otra vez a varios médicos era clave.
“No importa cuán exhaustivo haya sido, si no hubiera abogado constantemente por mí misma, creo que habría experimentado un ataque o derrame cerebral total antes de obtener mi diagnóstico real”, declaró.
Wu anima a otras personas para que aboguen por sí mismas y no acepten un “no” como respuesta si algo todavía no parece estar bien.
“Tomen en cuenta los pequeños indicadores, ya que siempre leerán acerca de los síntomas principales que probablemente experimentarán”, indicó. “Pero lo que podrían no reconocer son los pequeños indicadores que conducen a una afección importante”.
Wu, quien ahora tiene 30 años, tiene una actitud más optimista frente a la vida. No quiere perderse los pequeños momentos de cada día. Volvió a correr y completó una carrera de 12 km apenas un poco después de someterse a su primera cirugía. Además, está más fuerte mentalmente y quiere darles esperanza a otras personas.
“Con esta enfermedad progresiva, he aprendido que no existe ninguna garantía de que viviré tres años o, quizás, 30 años”, indicó Wu. “Hay una bomba de tiempo dentro de mí”.
“Estoy aquí para tratar de decirles que está bien pasar por lo que tendrán que pasar. Solo deben recordar que, incluso cuando sientan que se reducen a cenizas, resurgirán como el ave fénix”.
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