Ahorre dinero haciendo pan rallado casero
Preparar su propio pan rallado es una forma estupenda para reutilizar el pan duro y así no desperdiciarlo.
Al prepararlo usted mismo, garantiza que se utilicen panes integrales ricos en fibra. Congele el pan que sobre en una bolsa con cierre hermético hasta que esté listo para cocinar. El pan rallado casero también se puede congelar durante un máximo de 6 meses.
El pan rallado puede ser fresco o seco. Los dos son diferentes entre sí y no son necesariamente intercambiables. El pan rallado seco se puede comprar en las tiendas. Ambos son fáciles de hacer en casa a partir de pan que haya sobrado.
Pan rallado fresco (o suave)
Corte el pan en trozos, póngalo en una batidora o un procesador de alimentos y tritúrelo hasta que las migas tengan el tamaño que desee. Es mejor utilizar pan duro para el pan rallado. Una rebanada de pan de tamaño estándar equivale a media taza de pan rallado. Si utiliza una batidora, triture una rebanada cada vez.
Pan rallado seco
Al preparar pan rallado seco, seque primero el pan horneando las rebanadas en un horno lento (300 grados) hasta que se seque y tueste completamente durante unos 20 minutos. Deje que las rodajas se enfríen antes de desmenuzarlas.
Puede añadir sabores al pan rallado para usarlo en guisos o cubrir pechugas de pollo sin piel o chuletas. Pruebe añadir hierbas frescas o secas, ralladura de limón o semillas de sésamo.
Última revisión 1/2015