El colesterol (altos niveles de lípidos en la sangre) y las enfermedades cardíacas en mujeres
¿Te has sometido recientemente a una revisión de los niveles de colesterol? Si la respuesta es “no”, no estás sola. Alrededor de una cuarta parte de las mujeres no se ha sometido a un control de los niveles de colesterol en los últimos cinco años.
Para determinar si tienes el colesterol alto, basta con someterte a un simple análisis de sangre.
¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una sustancia blanda parecida a la grasa que se encuentra en la sangre y en todas las células del cuerpo. Al acumularse con el paso del tiempo en las paredes interiores de las arterias, se endurece y se convierte en una placa. Esa placa puede estrechar las paredes arteriales y reducir el flujo sanguíneo. Eso puede provocar bloqueos que, a su vez, pueden formar coágulos sanguíneos, ataques cardíacos o ataques o derrames cerebrales.
Quizá te sorprenda saber que tu cuerpo necesita colesterol para funcionar con normalidad y mantenerse sano. Sin embargo, nuestro organismo es capaz de generar todo el colesterol que necesita. Lo que consumes (como los bocadillos salados y los productos de repostería) y, en algunos casos, tus antecedentes familiares, pueden indicar la aparición de posibles problemas de salud en el futuro.
No todo el colesterol se produce por igual. Hay dos tipos: LDL y HDL. Comprender la diferencia y conocer los niveles de cada uno en la sangre es fundamental. Un nivel excesivo de uno e insuficiente del otro puede aumentar su riesgo.
Tipos de colesterol
- Colesterol LDL (malo) (LDL-C): Este es el tipo de colesterol que puede obstruir tus arterias y exponerte al riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un ataque o derrame cerebral cuando hay demasiada cantidad presente en el torrente sanguíneo. El cuerpo lo produce de forma natural, pero si tu cuerpo crea demasiado colesterol LDL, esto puede ser un factor hereditario de tus padres o abuelos. Seguir una dieta rica en grasas saturadas, grasas trans y colesterol también aumenta los niveles de esta sustancia.
- Colesterol HDL (bueno) (HDL-C): Algunos expertos creen que los niveles altos de este tipo de colesterol eliminan el exceso de placa en las arterias, lo que ralentiza su acumulación y brinda una mayor protección frente a un ataque cardíaco. Los niveles bajos pueden aumentar tu riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
- Triglicéridos: Se trata de una forma de grasa generada en el cuerpo. Si llevas un estilo de vida sedentario, tu dieta es alta en carbohidratos, fumas, tienes sobrepeso o bebes demasiado alcohol, tus niveles de triglicéridos pueden incrementar, lo que aumenta el LDL y disminuye el HDL.
Poner fin al colesterol malo
Las pautas de tratamiento previas recomendaban a los profesionales de la salud centrarse en los niveles deseados de colesterol total, LDL, HDL y triglicéridos de los pacientes. Sin embargo, las guías de prevención actuales sugieren que hay que hacer más.
Tus cifras específicas siguen siendo importantes, pero el mejor tratamiento considera tus cifras específicas en un contexto del riesgo general de sufrir alguna enfermedad cardíaca.
La American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) recomienda que todos los adultos de 20 años o más se sometan a un control del colesterol cada 4 a 6 años si su riesgo de sufrir alguna enfermedad cardíaca es bajo.
Tu corazón está en tus manos, ya que las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir en la mayoría de los casos. Programa hoy una cita con tu profesional de la salud con el fin de conocer tus cifras de colesterol y colaboren para reducir tu riesgo.
Obtén más información sobre el colesterol y sobre la prevención y el tratamiento del colesterol alto.