La inactividad física y las enfermedades cardíacas en mujeres
No hay forma fácil de decirlo, amante perenne del sillón. Así que ahí va: el sedentarismo puede matarlo. Es hora de ponerse en marcha.
Probablemente ya lo haya oído antes, pero la falta de actividad física conlleva grandes riesgos, como coágulos, presión arterial alta, ataque cardíaco, ataque o derrame cerebral y otros problemas cardíacos.
Además, aumentar el nivel de actividad física puede reducir la presión arterial entre 5 y 8 mmHg, lo que equivale a la reducción que se consigue con los medicamentos antihipertensivos. La actividad física también puede aumentar significativamente los niveles de colesterol HDL.
Levantarse y moverse también puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar mental general.
La actividad física mantiene controlada la principal causa de muerte entre las mujeres, ya que reduce las enfermedades cardíacas en un 20% y los ataques o derrames cerebrales en un 40% en las personas que practican una actividad física regular de moderada a intensa. No está mal, ¿verdad?
Aparte de los beneficios para la salud del corazón, una vida más activa físicamente le permitirá:
- Aumentar la energía.
- Reducir el estrés, la tensión, la depresión y la ansiedad.
- Mejorar el estado de ánimo general.
- Quedarse dormido con más facilidad y dormir de forma más profunda.
- Aumentar la fuerza muscular y prevenir la osteoporosis.
- Retrasar o prevenir enfermedades y afecciones crónicas asociadas al envejecimiento.
No es necesario que se convierta en un fanático del gimnasio, simplemente empiece a moverse.
Intente realizar al menos 30 minutos de ejercicio a diario para tener un corazón sano.
Si lo piensa, 30 minutos no es tanto. Por lo que, en lugar de pasar el tiempo libre delante del televisor, le animamos a levantarse y moverse. Según un estudio, los adultos de mediana edad más activos durante su tiempo libre presentan niveles inferiores en los indicadores de inflamación. Y el riesgo de sufrir cardiopatías tiende reducirse en personas con menor inflamación.
Una actividad física es cualquier tarea que requiera mover el cuerpo para quemar calorías, como realizar quehaceres domésticos, cuidar el jardín, correr, pasear en bicicleta, practicar tenis, pasear al perro o bailar. No tiene por qué convertirse en una tarea rutinaria.
Si es la primera vez que practica ejercicio, pruebe formas moderadas de actividad física, como andar a paso ligero. También puede incorporar pequeños cambios a su rutina diaria, como subir escaleras en lugar de utilizar escaleras mecánicas o el ascensor. Cada granito de arena ayuda.
Es importante que aumente su actividad física, pero también es fundamental que hable con su profesional de la salud sobre la intensidad de su ejercicio, especialmente si es usted es un sobreviviente de una enfermedad cardíaca.
Para obtener más información, visite nuestra sección Go Red Get Fit, donde encontrará consejos que lo ayudarán a aumentar su actividad física e incorporarla a su vida diaria.