Cuidar a una persona que tiene una cardiopatía
Una de las tristes verdades de la cardiopatía es que a menudo es tan difícil para el cuidador como para el paciente. Para cualquier mujer ocupada, no solo aumenta el nivel de presión y estrés, sino también la carga de trabajo.
“Veo la vida desde una perspectiva completamente diferente”, explica una cuidadora. “Me siento como si viviese en una especie de universo paralelo. Todo el mundo a mi alrededor vive con normalidad, la vida continúa, la gente pasa por mi lado llevando su día a día. Pero mi vida está en un lugar totalmente desconectado de todos”.
¿Le resulta familiar? No necesita que nadie le diga lo difícil y estresante que puede ser su rol. Pero a pesar del agotamiento mental y físico al que se enfrenta, no puede dejar que su papel como cuidadora cause estragos en su vida.
Tenga paciencia consigo misma.
Ante todo, reconozca que cuidar es estresante. Sí, tiene una gran responsabilidad en el cuidado de su ser querido, pero la mayor responsabilidad es cuidar de sí misma.
Habrá días en los que estará enfadada. O tal vez ya pasó la fase de enfado y empieza a sentirse resentida. Tal vez esté comenzándose a sentir sola. Otras veces se sentirá feliz y satisfecha por marcar una diferencia en la vida de alguien.
Estos sentimientos pueden ir y venir varias veces al día. Así que enfréntese a la realidad y acepte que habrá emociones y situaciones que no podrá controlar. No será perfecta todo el tiempo. Y ¿sabe qué? No pasa nada, nadie es perfecto y nadie espera que usted lo sea.
Estas son algunas maneras saludables de sobrellevar la situación:
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Quítese la capa: deje de intentar ser una superheroína.
Debe darse cuenta de que está bien decir “no” cuando las cosas comienzan a ser demasiado abrumadoras. Y si alguien le ofrece la mano, acepte esa ayuda.
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Pida ayuda.
El estrés o la ansiedad que siente al cuidar de un paciente con cardiopatía es algo normal, así que pida apoyo a sus familiares y amigos. Manténgase en contacto con su médico y busque ayuda si la necesita.
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No descuide su propia salud.
Se ha dedicado a asegurarse de que otra persona está comiendo bien y haciendo ejercicio. Sin embargo, pregúntese lo siguiente: ¿qué ha hecho por usted últimamente?
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Encuentre una salida para el estrés y el agotamiento.
Reservar tiempo personal no es ser egoísta, es ser inteligente. Así que pruebe con una clase de yoga, aprenda a meditar, vea una película divertida o disfrute de un masaje.
Recuerde que está haciendo algo grande. Se ha unido a un movimiento de 627 000 mujeres fuertes que luchan juntas por la salud de todas las mujeres. Y el cuidado que brinda está ayudando a que sea posible terminar con este asesino de una vez por todas. Obtenga más consejos o busque recursos.