Mitos comunes sobre las cardiopatías

Mitos comunes sobre las cardiopatías en mujeres

“Es una enfermedad de hombres”. “Pero soy demasiado joven”. “El cáncer de mama es la verdadera amenaza”. Si escuchaste o dijiste alguna de estas frases sobre las enfermedades cardíacas, no eres la única persona en hacerlo.

El hecho real es que basarse en estas suposiciones falsas puede costarle la vida. Es el momento de dejar las cosas claras y comenzar a entender la enfermedad cardiovascular como una enfermedad en la que no se libran ni las mujeres ni los niños. Su salud no es negociable; debemos separar la realidad de la ficción para que juntos podamos acabar definitivamente con la principal causa de muerte entre las mujeres.

Mito: El cáncer es la verdadera amenaza para las mujeres, no las enfermedades cardiovasculares.

Realidad: Las enfermedades cardiovasculares son más mortales que todos los tipos de cáncer juntos. Si bien una de cada 39 mujeres en EE. UU. muere de cáncer de mama cada año, las enfermedades cardiovasculares son la causa de una de cada tres muertes. Eso es casi una muerte por minuto.

Mito: La enfermedad cardiovascular afecta a las personas mayores.

Realidad: La enfermedad cardiovascular afecta a mujeres de todas las edades, aunque lleve un estilo de vida saludable. Además de la edad, los factores que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas son los que se indican a continuación:

  • Embarazo
  • Menopausia
  • Ingesta excesiva de alimentos o consumo de alimentos poco saludables
  • Falta de actividad física.
  • Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas
  • Afección cardíaca de nacimiento

Mito: Las enfermedades cardiovasculares no afectan a las mujeres que están en forma.

Realidad: Aunque sea una persona que practica yoga y corre maratones, su riesgo de padecer enfermedades cardíacas no es nulo. Los factores como el colesterol, los hábitos alimentarios y el tabaquismo pueden contrarrestar sus otros hábitos saludables. Puede estar delgada y tener el colesterol alto.

La American Heart Association recomienda que empiece por comprobar sus niveles de colesterol a la edad de 20 años o incluso antes si tiene antecedentes familiares de cardiopatías. Y como ya está en ello, asegúrese de revisar su presión arterial en su próximo control.

Mito: No tengo ningún síntoma, así que debo de estar bien.

Realidad: Por lo general, las personas no tienen síntomas de enfermedades cardíacas hasta que ocurre algo grave. Muchas personas no saben que padecen una enfermedad coronaria hasta que sienten dolor torácico, se bloquea el flujo sanguíneo al corazón que provoca un ataque cardíaco o el corazón deja de funcionar repentinamente, lo que se conoce como paro cardíaco.

Debido a que estos síntomas pueden variar entre hombres y mujeres, a menudo se malinterpretan. Los medios de comunicación nos han hecho creer que el signo revelador de un ataque cardíaco es un dolor torácico extremo. De hecho, es el síntoma principal del ataque cardíaco. Sin embargo, las mujeres también pueden presentar otros síntomas además del dolor torácico, como los que se indican a continuación:

  • Respiración entrecortada
  • Náuseas o vómitos 
  • Mareo o sensación de mareo
  • Desvanecimiento
  • Dolor en la parte inferior del tórax o en la parte superior del abdomen
  • Dolor de espalda 
  • Dolor mandibular
  • Fatiga extrema

Mito: Las enfermedades cardiovasculares son hereditarias, así que no puedo hacer nada al respecto.

Realidad: Aunque las mujeres con antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular presentan un riesgo mayor, puede tomar muchas medidas para reducirlo. Simplemente elabore un plan de acción con su médico para mantener su corazón sano. A continuación, le indicamos algunas de ellas:

  • Aumentar la actividad física.
  • Dejar el consumo de tabaco y evitar el humo de otras personas.
  • Adoptar un patrón alimentario más saludable.
  • Dormir lo suficiente.
  • Trabajar con su equipo de cuidados de salud para controlar el colesterol, la presión arterial y los niveles de glucemia.

Es posible que tomar decisiones saludables y conocer los signos y síntomas marque la diferencia entre la vida y la muerte. ¿Qué le impide tomar medidas?