Por una representación igualitaria de la mujer en la investigación
Todo lo que queda por hacer para garantizar la representación de la mujer en los estudios de investigación
Sección de noticias de la American Heart Association
Según un informe reciente publicado por el equipo de investigación del Congreso, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) del país no hacen lo suficiente para garantizar la representación adecuada de la mujer en los estudios de investigación.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos (GAO) informó que los NIH no recopilan datos acumulativos sobre la cantidad de estudios programados para analizar los datos de las diferencias entre hombres y mujeres ni acerca de si los investigadores realmente completan esos análisis.
Esto hace que sea imposible supervisar, evaluar o ajustar la política de inclusión, de acuerdo con el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado de los Estados Unidos. En la política de inclusión de los NIH, se establecían requisitos aplicables a la representación de las mujeres en la investigación clínica.
“A pesar de que se han hecho algunos progresos, las mujeres no están incluidas en los estudios de las enfermedades cardiovasculares en las cifras adecuadas y en muchos ensayos clínicos no se analizan ni elaboran informes de los resultados según el sexo”, afirma Nancy Brown, directora ejecutiva de la American Heart Association. “Este nuevo informe de la GAO confirma que es necesario seguir trabajando para asegurarse de que la investigación financiada por los contribuyentes nos beneficie a todos”.
El NIH informó un número total de mujeres participantes en todos los ensayos clínicos que financia. Pero no ha hecho públicos los datos de cada uno de sus 25 institutos y centros, de ensayos individuales ni de enfermedades específicas.
La información ni siquiera está disponible para el Comité Consultivo de Salud de la Mujer, que supervisa el cumplimiento de los NIH desde que la Ley para la Revitalización de los NIH de 1993 regulara la representación de las mujeres y las minorías en los ensayos clínicos financiados por los NIH.
La congresista Lois Capps (partido demócrata, California) declaró que la mujer no tiene la representación adecuada en los ensayos clínicos “desde hace demasiado tiempo”.
“Como resultado, los tratamientos médicos pueden no ser tan eficaces y seguros para las mujeres como cabría esperar”, afirmó después de que el informe se hiciera público hace una semana, y añadió que aún queda mucho por hacer para asegurar la inclusión de la mujer y el análisis de las posibles diferencias entre hombres y mujeres para garantizar que las pacientes reciban el mejor tratamiento posible.
La AHA aboga por la investigación y los tratamientos específicos según el género, y así lo defendió en un informe científico sobre la cardiopatía isquémica en mujeres elaborado en 2014, en el que recomendaba la realización de pruebas para identificar la enfermedad en mujeres de una forma más clara.
En el informe se hacía referencia a pruebas reunidas en la última década que demuestran que la angiografía coronaria por tomografía computarizada y la resonancia magnética coronaria son herramientas útiles para detectar una cardiopatía en determinados grupos de mujeres con síntomas de cardiopatía. También destacó las investigaciones que demuestran que las mujeres experimentan una mayor variedad de síntomas de cardiopatías que los hombres, y apuntó a la constante insuficiencia de tratamientos y pruebas realizadas a mujeres, lo que da lugar a complicaciones como la cardiopatía y la muerte.
“Si no se amplía la diversidad en los ensayos clínicos y se mejoran la recopilación y la presentación de los resultados según el género, no solo ofrecemos una atención deficiente a las mujeres, sino que también ponemos en peligro la salud cardíaca de los estadounidenses”, afirma Brown. “Pedimos a los NIH y a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos que hagan cumplir con más énfasis las políticas que mejoran la representación de la mujer en la investigación”.
Según el sitio web de los NIH, entender la salud de la mujer y las diferencias entre los géneros en la investigación médica puede ayudar a avanzar en la medicina personalizada, en beneficio tanto de hombres como de mujeres. El organismo describe las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la obesidad como enfermedades con “diferencias importantes entre hombres y mujeres”.
“El corazón de la mujer y el del hombre son diferentes y los signos y síntomas de una cardiopatía pueden presentarse de forma muy distinta”, afirmó en un comunicado de prensa British Robinson, directora ejecutiva de la Women’s Heart Alliance. De acuerdo con el informe de la GAO, los NIH han aceptado mejorar la recopilación de los datos, el análisis y la elaboración de informes sobre la participación de mujeres en los ensayos clínicos y las posibles diferencias entre hombres y mujeres.